Un Family Office es una institución privada que gestiona las inversiones de una o varias familias adineradas. El concepto nació como “oficina familiar” interna, creada y gestionada por y para una familia adinerada con la ayuda de un pequeño equipo de apoyo bajo la supervisión de un miembro de la familia creadora. Este concepto luego evolucionó, entre otros como extensión de un banco privado o de un despacho de abogados.
El patrimonio familiar, a veces acumulado durante varias generaciones, constituye el capital financiero del Family Office. Más allá de sus servicios de gestión estrictamente financiera y patrimonial, también se encarga de la administración de fincas, de la contabilidad consolidada, de la optimización fiscal y jurídica de la familia, así como de determinados servicios de gobierno familiar, de la preparación de las nuevas generaciones, de la coordinación de la política de filantropía, y de la planificación de la sucesión familiar en lo relativo a los accionistas, a los miembros de los Consejos de Administración y de Familia, y a los directivos de las diferentes compañías e iniciativas participadas por la familia.
Tradicionalmente presta igualmente servicios personalizados como la gestión del personal doméstico o de los viajes y estancias de los miembros de la familia.